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La fiscalía, policía y personal de la municipalidad de San Jerónimo ingresaron a cuatro establecimientos que vendían alcohol adulterado con agua. Cada litro costaba diez soles.
El fiscal Eduardo Poblete mencionó que los referidos locales no contaban con el permiso para funcionar otorgado por PRODUCE, ni tampoco poseían licencias de funcionamiento.
Debido a que tampoco cumplían con los protocolos sanitarios de prevención del COVID-19, se ordenó su inmediata clausura.
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