Proyecto Vilcanota II etapa garantiza agua potable para más de 655 mil cusqueños
El proyecto Vilcanota II etapa, desarrollado por la EPS SEDACUSCO, se ha convertido en una realidad, asegurando el suministro de agua potable para más de 655 mil habitantes de la ciudad de Cusco durante los próximos 20 años. Este megaproyecto es parte de la «ampliación de la producción de agua en 6 distritos de la provincia del Cusco», liderado por el presidente del directorio, Juan Figueroa, y el gerente general, Yabel Silva.
El proyecto, que ha sido licitado por el programa nacional de saneamiento urbano del Ministerio de Vivienda y Construcción, cuenta con la colaboración del consorcio internacional Agua Cusco, integrado por empresas de Argentina, Paraguay, Colombia y España. Los trabajos físicos ya han comenzado con la instalación del campamento en la zona de Tipón. Además, las comunidades aledañas como Piñipampa ya están beneficiándose con la dotación diaria de 100 mil litros de agua, lo que ha mejorado la calidad de vida de 1,250 personas.
El proyecto Vilcanota II etapa también incluye la ejecución de importantes obras complementarias en localidades como Seqsencalla y Querohuasi, con una inversión superior a 9 millones de soles para mejorar la infraestructura de agua potable y el tratamiento de aguas residuales.
Con un costo aproximado de 261 millones de soles, financiado por el Banco Mundial, Vilcanota II etapa contempla la producción de más de 1,000 litros de agua por segundo, suficiente para cubrir la demanda creciente en los distritos de Cusco, Santiago, Wánchaq, San Sebastián y parte de San Jerónimo, así como en localidades por donde pasarán las tuberías, incluyendo Saylla, Oropesa, Huacarpay, Poroy, Cachimayo y Chinchero.
Este megaproyecto no solo garantiza el suministro de agua potable, sino que también representa un avance crucial hacia la sostenibilidad del servicio de agua en la región. Con la construcción de nuevas infraestructuras, como pozos adicionales, líneas de impulsión y refuerzos estructurales, SEDACUSCO reafirma su compromiso con la comunidad cusqueña, asegurando un futuro hídrico sostenible para las próximas dos décadas.
